Paseando por las calles se Santiago, a esta altura del año
bastante calurosas, puedo ver como afloran cada temporada nuevos Cafés y Teterías,
sobre todo en Providencia y el centro de Santiago.
Me fascina la informalidad de estos lugares, la libertad que
ofrecen, sin dejar de lado lo esencial y para lo que fueron creadas,
alimentarnos. Las cartas que nos ofrecen, generalmente inundadas de cosas
sencillas, rápidas y no tan caras, que nos sacan de apuros cuando estamos
cortos de tiempo o dinero, pero no por esto son menos apetitosas, creo que los
mejores sanguches últimamente los he comido en estos lugares, ya que se dedican
casi exclusivamente a ellos al no tener una carta tan amplia como restaurantes,
les dan un énfasis especial, que ya he comprobado y degustado
Así podemos encontrar variedades infinitas de sanguches,
sopas, ensaladas, distintos tipos de cafés, tés, jugos naturales, cervezas y
helados.
Un clásico para mí, y para vecinos del sector y amigos con
los que me topo regularmente en este lugar es el Café del Ópera, ubicado en José
Miguel de la Barra
esquina Merced, cerca del barrio Lastarria.
Este café que funciona hace mas de 2 años, cada vez logra
sorprenderme con sus exquisitas preparaciones, ensaladas contundentes con
aliños riquísimos, que se esperarían de cualquier restaurante pitucón del
barrio alto, acá son una maravilla. Sopas cremosas con buenas garnituras, que
le hacen el almuerzo a cualquiera y los sanguches como el de lomo grillado con
crema de queso azul y hojas de mostaza ($6.500) o el pollo sathe con escarola en crujiente pan ciabatta
($4.200), además de numerosas combinaciones que se pueden pedir a gusto de cada
comensal, especialmente pensada para los mañosos de la casa.
Podemos encontrar variedad de panes, galletas, tartas y tortas que les robarán mas
de algún suspiro a cualquiera, y que son el complemento perfecto para disfrutar de la selección de cafés, tés e
infusiones que nos presentan en su carta, (pueden pedir una tetera con el té a
elección para compartir, les sale mas a cuenta e incluye galletitas por $3.500)
o por que no con las cervezas que llegan ultra heladitas a la mesa.
Lo que mas me gusta del Café del Ópera son sus helados, y acá
hago un énfasis, porque a esta altura ya me considero una experta catadora de
ellos y muy exigente también. He tenido la oportunidad de trabajar en un
conocido Emporio (ese de la señora Rosa), donde ofrecen unos exquisitos y originales,
también en la repostería de un restaurante peruano (el de Astrid y Gastón)
donde preparábamos unos increíbles también, pero estos del Café del Ópera son
otra cosa, cremosos helados, como el de chocolate criollo, o moka, que te dejan
con las ganas de querer probarlos todos los demás y refrescantes sorbetes que quitan la sed como
por arte de magia, que no son pulpas solamente, sino que se siente la fruta
fresca presente, como el inconfundible guayaba o tropical de maracuyá.
Los precios son súper accesibles, si quieres lo pueden pedir
en una copa y disfrutarlo en el lugar (para que no se le derrita en la mano
digo yo), y van desde los $1.500 el simple hasta los $6.800 la copa Valkiria,
que deja contento a mas de 4 seres humanos.
Si quieres pasar un buen rato, con buena música, en un buen
ambiente y lo más importante disfrutar de preparaciones realmente buenas, vaya
a darse una vuelta por el sector y déjese sorprender.
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